Desde hace un tiempo vengo trabajando en algunas ideas vinculadas a la verdad y la sociedad. Mi eje de lectura son algunos fenómenos del orden de lo sentimental, y la acción de los medios en torno a esos fenómenos. Hoy sumo un nuevo item a esa serie, con algunas reflexiones acerca de la empatía.

    Vale aclarar, antes de continuar, para cualquier lector que no venga leyendo textos previos al presente y que simplemente pueda ni tener ganas de hacerlo, que mi interés está en entender qué sucede con la sociedad: qué le están haciendo los medios u otros actores sociales, que se percibe tanta irracionalidad, tanta violencia, y tanta polarización, de manera casi directamente proporcional a nuestro desarrollo tecnológico y científico. Es decir: en parte también me estoy preguntando por qué la ciencia nos está fallando.

Acerca de las experiencias.

    Se habla de empatía, en líneas generales, como la capacidad para pensar como otros piensan, o sentir lo que otros sienten; empatía cognitiva y empatía emocional, respectivamente. Como decía, yo vengo trabajando en la cuestión sentimental, y a esta altura no creo que sea necesario explicar nuevamente la terrible importancia de la sentimentalidad. Sí quiero dejar anotado de nuevo que todas mis indagaciones sobre la sentimentalidad me llevan una y otra vez a los dominios de la estética (en tanto que “el estudio de la percepción en general, sea sensorial o entendida de manera más amplia”). Así, quiero entrar tímidamente a trabajar la idea de experiencia, y relacionarla con el concepto de empatía, dándole un marco más general (y tal vez más adecuado a las disciplinas actuales) a las ideas que vengo planteando.

    Continuando desde la aleteistesia, estoy concentrado en la idea de algo perceptible, sensible, pero sólo en tanto que producto del aparato cognitivo. Y así y todo, anterior a un nivel que separaré utilizando el término “razón”. Como dije en otras oportunidades, hay procesos más primitivos que el uso de la razón operando en nuestro comportamiento cotidiano, y lo expresé con la frase “la razón es poco más que una forma ordenada del espíritu”. Es decir: en este planteo afirmo que el raciocinio y la cognitividad no son exactamente lo mismo, y si se quiere podemos hacer una analogía entre aparatos consciente e inconsciente respectivamente, aún a sólo efectos de…

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    Durante las elecciones del 2015 me dejé llevar por mi humanismo y creí que solamente en chiste podía Macri ganar una elección. Simplemente me rehusaba a subestimar de esa manera a la gente. ¿Quién podría ser tan imbécil como para votar a Macri? Viejas ricas psicóticas, milicos entrados en años, pichones de empresarios rondando los 21 años, y un puñado de esos a los que “no les interesa la política”. Me gustaba fantasear que Argentina estaba inoculada contra esa clase de cosas. Que después de la dictadura y los ’90 ya no había manera de volver a esas idioteces. Expresiones de deseo. Ahora pasaron dos años y la policía entra en las escuelas, la gendarmería desaparece gente, y el poder judicial encarcela a quien se le antoje de manera arbitraria, mientras en los medios se defienden y celebran estos tiempos contemporaneos porque significan el final de la corrupción y el comienzo de alguna especie de era de acuario.

    Así, volvemos a hablar de ciclos y contraciclos, y recordamos frases clásicas recontra repetidas. Como la de Norberto Bobbio sobre el fascista, que decía:

(…)

El fascista habla todo el tiempo de corrupción. Hizo eso en Italia en 1922, en Alemania en 1933 y en Brasil en 1964. Acusa, insulta, agrede, como si él fuese puro y honesto. Pero el fascista es sólo un criminal, un sociópata que persigue una carrera política. En el poder, no vacila en torturar, estuprar, robar tus dinero (y los públicos), tu libertad y tus derechos. Más que la corrupción, el fascista practica la maldad.

(…)

    Lo cuál es hasta entendible, si no fuera por su amplio alcance cultural, por la profunda proliferación de mentalidades como las de ese fascista medio cuco del que habla Bobbio. En este espacio me vengo haciendo preguntas acerca del cómo puede ser que eso suceda. Pero cada vez más a menudo me hago otra pregunta, que hoy siento es momento de blanquear: si la gente es así, ¿por qué uno habría de mover un dedo por ellos? ¿Por qué no dejar que se pudran en el infierno que ellos mismos crearon, mirando para otro lado, tal vez hacia adelante inclulso, haciendo la propia vida hasta donde sea posible, y que eso sea todo?

    Y la respuesta es siempre la misma: porque así es como se llega a la complicidad. Toda esa insoportable…

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Dejo una noticia para celebrar.

Electronic Frontier Foundation: primera ley decente de DRM en el mundo.

(…)

Second and perhaps even more significantly, the law prohibits the application of DRM to certain categories of works in the first place. These are works in the public domain (including new editions of works already in the public domain), and to works published or financed by the government. This provision alone will be a boon for libraries, archives, and for those with disabilities, ensuring that they never again have to worry about being unable to access or preserve works that ought to be free for everyone to use. The application of DRM to such works will now be an offence under the law, and if DRM has been applied to such works nevertheless, it will be permitted for a user to circumvent it.

(…)

Recuerden pasar por el feed de noticias del gremio para más información como esta.

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    A veces echamos la culpa de lo que más odiamos en la sociedad a la idea de que la gente que se comporta de X manera es simplemente idiota. Pero eso lo hacemos porque ver gente inteligente comportándose de esa manera es profundamente desesperanzador. Resulta que la inteligencia no es un paliativo contra la dominación, sino casi más bien al revés, un refuerzo: una vez echada a andar la maquina ideológica, la inteligencia está enteramente a su servicio; cada pequeña inverosimilitud ideológica será explicada con premisas justificadas en la Economía, las planificaciones metradas, las nomemclaturas, los modelos estadísticos ad-hoc, y tantas otras condiciones metafísicas sobreprofesionalizadas hasta el ridículo, de modo que nadie más que un puñado tenga permiso para cuestionar esos temas con legitimidad y el resto tengamos que mirar de lejos para elegir a alguno de ellos una vez cada tanto como responsable de las tomas generales de decisiones. Así es fácil mantener alcahuetes entrenados en medios que activamente se pretenden masivos, haciendo las veces no sólo de la representación que usurpan a los verdaderos representantes, sino también de la voz calificada para la opinión sin mayor credencial que el hecho de estar ahí. Una democracia del espectáculo, devenir de la democracia representativa, donde los sentimientos y las intuiciones son mucho más primordiales que las éticas o las ciencias a la hora de tomar decisiones; el reality show que le gana a la realidad.

    Hoy quiero poner foco en un aspecto particular y central de ese engendro: lo masivo. Porque en informática estamos viviendo un fenómeno análogo desde hace alrededor de dos décadas. Se trata del desarrollo de internet, y voy a marcar mi línea de lectura con la siguiente frase célebre de Eric Schmidt:

 
“The Internet is the first thing that humanity has built that humanity doesn’t understand, the largest experiment in anarchy that we have ever had.”
 

    Esta frase fue dicha en los noventas, y fue leida como visionaria. Yo tengo otra lectura: el señor Schmidt estaba profundamente equivocado, y en el mejor de los casos esa frase era simplemente inocente. Hacia finales de los noventas, los aparatos de propaganda ya estaban suficientemente maduros como para poder asumir el desafío de asimilar internet, y de hecho finalmente lo hicieron. Hoy internet es “anárquica” sólo de la misma manera que el liberalismo propone “libertad”: hacés lo que quieras siempre y cuando sea del…

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    Hace unos días escribía sobre la importancia de los sentimientos en las sociedades contemporaneas. Hoy me cruzo con algunas anotaciones que me permito traer rápidamente al blog para reforzar aquellas ideas.

    En una nota sobre vínculos narcos de Cambiemos, un lector, Tulio Pietro Gigena, nos deja un par de links con extractos del libro de Jaime Durán Barba.

    Del primer link obtenemos la siguiente frase:

    “El electorado está compuesto por simios con sueños racionales que se movilizan emocionalmente. Las elecciones se ganan polarizando al electorado, sembrando el odio hacia el candidato ajeno… Es clave estudiar al votante común, poco informado, ese que dice “no me interesa la política”… El papel de los medios es fundamental, no hay que educar a la gente. El reality show venció a la realidad…”

    Del segundo link, obtenemos lo siguiente:

    (…)

    En la página 363 del libro, Durán Barba recomienda: “Invoque a los sentimientos, no a la razón”. Y explica: “Los humanos somos simios con pretensiones cartesianas”.

    Y viene explicación, o sea una concesión al pobre Renato Descartes, en la página 364: “En política, el ataque enciende los sentimientos del elector común. No es un tema de razones sino de pasiones. Debemos tratar de que nuestro mensaje provoque polémica. Más que perseguir que el ciudadano entienda los problemas, debemos lograr que sientan indignación, pena, alegría, vergüenza o cualquier otra emoción”.

    Ahí aparece, nuevamente, el avatar de la derecha inteligente que te sabe ganar elecciones, estimulando a la razón polémica que desde el día uno de este blog denuncio como el enemigo. Pero tanto o más interesante aún resulta su reflexión de que no importa lo que sienta el interlocutor, siempre y cuando sienta algo; si la propaganda generó alguna emoción, entonces se la considera exitosa.

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    La semana pasada escribía sobre algunas preguntas, indagando acerca de la posibilidad de mecanismos intuitivos, primitivos, que operaran sobre el sujeto antes que el lenguaje formal y determinaran su juicio.

    Esta línea de pensamiento evidentemente me lleva a discutir con el psicoanálisis y sus constructos teóricos sobre el aparato inconsciente. Pero no son ellos con los que tengo intención de discutir hoy; el psicoanálisis tiene su lugar en todo esto, pero no acá, no a este nivel. Lo que pasa en estos casos es que entra el psicoanálisis y nadie entiende una sola puta palabra de lo que está diciendo, buena parte de sus interlocutores lo menosprecian, lo ignoran, se burlan de él, y cuando se empieza a entender un poquito y se van tanteando las consecuencias de tales planteos empieza una reacción brutal con el sólo fín de seguir haciendo pié en el mundo como se lo conoce; para cuando alguien sobrevive a todo eso, siguen siendo apenas un puñado tal y como éramos antes, y entonces nada cambió; así tenemos 100 años de psicoanálisis y todo sigue más o menos igual, cuando no peor. Además, debatir con el psicoanálisis exige mucha mejor preparación de la que estoy dispuesto a exigirme en estos pocos minutos semanales que el régimen de trabajo asalariado me permite dedicar a la intelectualidad, y no me gustaría que tal debate pecara de pedorro. Así que lo dejo para un mejor momento, y acá voy a contrastar contra algo que tengo más a mano.

    Hecha esa salvedad, quiero arrancar con una pequeña frase de Marie-Laure Ryan, en su libro Possible worlds, artificial intelligence, and narrative theory, que resume muy bien el camino que estoy siguiendo:

    “Thinking is not only methodical but also intuitive, not only logical but also analogical”.

    Es interesante la elección de palabras. Me interesa el planteo “analógico”. Verán, cuando nos enseñan electrónica arrancamos con la electrónica analógica (contrapuesta a la llamada digital), donde una de las principales herramientas al caso son las matemáticas, y concretamente el álgebra de funciones. Sucede que a partir de que se involucran las frecuencias en la electrónica, los comportamientos de los sistemas pasan a medirse en curvas cartesianas en lugar de en valores escalares, todo pasa por comprender variaciones en el tiempo, y allí las funciones matemáticas son la norma. Es notable que la primer función que se nos enseña es…

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    ¿Se puede hacer cambiar de opinión a alguien?
    Mi experiencia personal me indica que que sí, aunque no sin un importante trabajo mediante.

    Hay quienes dicen que para ello la persona tiene que estar dispuesta, que debe haber algún grado de voluntad anterior. Otros dicen que es absolutamente imposible, y que en todo caso es la persona la que cambia de opinión, no alguien que la llevó hacia tal cosa. A mí me parece que hay diferentes casos de “cambio de opinión”, no solamente diferentes personas, y al problema se puede entrar de varias maneras.

    Sucede que el proceso de cambiar de opinión es sumamente íntimo, y los cambios en ese plano tienen un efecto masivo en la cosmovisión de un sujeto. Es recién a partir de allí que se cambian las opiniones, y no al revés; la razón en estos casos es poco más que una forma ordenada del espíritu. Y con esa hipótesis me vengo preguntando hace tiempo acerca de la sensibilidad por la verdad y algunas otras cuestiones.

    Lo que me pregunto es, ¿se puede manipular realmente esa sensación de que las cosas tal vez no sean como anteriormente creí, de que algo en realidad es cierto o en realidad es falso? ¿Se puede inyectar un “tal vez” directo a la intuición? Cuando reflexiono sobre la idea de aleteistesia, me pregunto por las cosas anteriores a la razón que determinan lo que considero verdadero o falso. Y si esa sensación puede manipularse, explotarse, entonces se pueden determinar cambios de opinión en los demás (o, a la inversa, restringirlos).

    Lógicamente estuve googleando al respecto. Así pude llegar hasta el prestigioso sitio lostopos.net donde, con imágenes misteriosamente similares aquellas que nos tiene acostumbrados wikihow, nos cuentan acerca de un informe que la Cornell University realizó sobre un subreddit. De allí obtenemos algunos tips de orden estadístico, como “tener gente de nuestro lado”, “no irse por las ramas”, y “cuidar el lenguaje”.

    Está lleno de cosas de esas. “Cómo hacer que una chica cambie de opinión sobre tí”, “cómo cambiarte a tí mismo”, “7 tips para convencer a los demás de “… todos se basan en estadística rudimentaria (también conocido como sentido común), o en técnicas de persuación y/o retórica que ya discutían los presocráticos. En esos términos, es fácil pensar que cualquier interacción dependerá de…

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Dejo una cita absolutamente necesaria para nuestros tiempos.

    La proletarización creciente del hombre actual y la creciente formación de masas son dos lados de un mismo acontecimiento. El fascismo intenta organizar a las masas proletarias que se han generado recientemente, pero sin tocar las relaciones de propiedad hacia cuya eliminación ellas tienden. Tiene puesta su meta en lograr que las masas alcancen su expresión (pero de ningún modo, por supuesto, su derecho). Las masas tienen un derecho a la transformación de las relaciones de propiedad; el fascismo intenta darles una expresión que consista en la conservación de esas relaciones. Es por ello que el fascismo se dirige hacia una estetización de la vida política. Con D’Annunzio, la decadencia hace su entrada en la vida política; con Marinetti, el futurismo, y con Hitler, la tradición de Schwabing.

    Todos los esfuerzos hacia una estetizacíón de la política culminan en un punto. Este punto es la guerra. La guerra, y sólo la guerra, vuelve posible dar una meta a los mas grandes movimientos de masas bajo el mantenimiento de las relaciones de propiedad heredadas. Así se formula el estado de cosas cuando se lo hace desde la política. Cuando se lo hace desde la técnica, se formula de la siguiente manera: sólo la guerra vuelve posible movilizar el conjunto los medios técnicos del presente bajo el mantenimiento de las relaciones de propiedad.

    Por supuesto que los fascistas, en su apología de la guerra, no se sirven de estos argumentos; pero una mirada sobre tal apología es de todos modos ilustrativa. En el manifiesto de Marinetti con motivo de la guerra colonial en Etiopía se lee:

“Desde hace veintisiete años, nosotros, los futuristas, nos hemos expresado contra la calificación de la guerra como antiestética la guerra es bella porque, gracias a las máscaras antigás, a los megáfonos que causan terror, a los lanzallamas y los pequeños tanques, ella funda el dominio del hombre sobre la máquina sometida. La guerra es bella porque inaugura la metalización soñada del cuerpo humano. La guerra es bella porque enriquece los prados en flor con las orquídeas en llamas de las ametralladoras. La guerra es bella porque unifica en una gran sinfonía el fuego de los fusiles, los cañonazos, los silencios, los perfumes y hedores de la putrefacción. La guerra es bella porque crea nuevas arquitecturas como la de los grandes tanques, la…

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Facing poverty, academics turn to sex work and sleeping in cars

(…)

“I feel committed to being the person who’s there to help millennials, the next generation, go on to become critical thinkers,” she said. “And I’m really good at it, and I really like it. And it’s heartbreaking to me it doesn’t pay what I feel it should.”

Sex work is one of the more unusual ways that adjuncts have avoided living in poverty, and perhaps even homelessness. A quarter of part-time college academics (many of whom are adjuncts, though it’s not uncommon for adjuncts to work 40 hours a week or more) are said to be enrolled in public assistance programs such as Medicaid.

They resort to food banks and Goodwill, and there is even an adjuncts’ cookbook that shows how to turn items like beef scraps, chicken bones and orange peel into meals.

(…)

Cinderella is homeless, Ariel ‘can’t afford to live on land’: Disney under fire for pay

(…)

“Disney, we feel, is a contributor to the homeless problem here in Anaheim,” said protest organizer Jeanine Robbins, a longtime local resident. “There are Disney employees who live on the street. They live in their cars. They live in unstable housing.”

Occasionally, there are consequences of the most tragic kind.

Amid an unprecedented regional homelessness crisis, there are almost 4,800 people experiencing homelessness in Orange County, where Anaheim is located, on any given night. More than half can be found on the streets or in other places unfit for habitation. It is unclear exactly how many are Disney employees, but it should perhaps come as no surprise that some face challenges.

(…)

Jews in Texas Already in Hiding From Neo-Nazis; Holiday Service Held at Secret Location

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Last month In Charlottesville, Virginia, there was a torchlight parade that passed in front of a college town synagogue, home of Congregation Beth Israel, with the marchers chanting “Jews will not replace us!” and “Blood and soil!” Some of the marchers had long guns. Those chants were recycled from Hitler’s original Nazis, as was the torchlight parade.

(…)

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    ¿Ves esto?.

Nota de Página/12

    Mirá a estos otros hijos de puta lo que te publican.

Nota de hijos de una gran puta 1

    Miralos bien.

Nota de hijos de una gran puta 2

    Después no te hagás el boludo cuando le digas a eso “información”.

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