Hace semanas o meses quiero retomar la costumbre del posteo, muy a mi pesar sin éxito. Concretamente, me hubiera gustado escribir algo a colación de que pasó un año desde que escribí mi primer libro, Feels Theory. Aquello lo escribí a las corridas durante mis vacaciones en Febrero del 2018, y mi plan era escribir algo al respecto durante los 15 días de vacaciones que tuve durante Marzo del 2019. En ese plan, fracasé miserablemente.
Pero no fue un fracaso vacío, sino que simplemente estuve haciendo un montón de otras cosas que no eran precisamente escribir. Entre ellas, aproveché mis vacaciones para hacer cosas como dormir, visitar a mi familia, o pasar tiempo con mi esposa. Y sucede que la cantidad de ideas y proyectos que manejo en mi cabeza es francamente imposible de realizar en la práctica. Lo cuál me lleva a esta otra pregunta, que simplemente dejo anotada: ¿cómo se puede reconciliar esa inconmensurabilidad con la finitud del tiempo y la energía propia?
Probablemente sea uno de tantos temas a explorar. Pero lo anoto, en parte para saciar un poco mis ansias de volver a postear algo, lo que sea, pero también para reconocerme en mi humilde realidad, sin buscar exigencias innecesarias que conviertan mis ímpetus y fantasías en un motor de ansiedades, insatisfacciones, y angustias. Digo esto porque, además, queriendo retomar temas (hoy sábado que de repente tengo un par de horas libres) encontré borradores de posts nunca escritos que me parecen super interesantes y datan del 2017 y 2018. Son varias ideas que había olvidado y que dejé muy bien anotadas para poder plantear nuevos escritos. Y con eso en mente, recién me daba cuenta que escribí mi libro ANTES de comenzar la cursada en la facultad, lo cuál ocupó todo mi 2018. Sin tener en cuenta la cantidad de variables sociales y económicas que atraviezan mi día a día, ya las personales son suficientes para necesitar un respiro, y en un contexto como ese es francamente deshonesto exigirme todavía más.
La verdad es que venía preocupado, y hasta por momentos angustiado, frente al lento o nulo progreso de mis proyectos personales (siendo los escritos de este blog apenas uno de ellos). Y me hizo bien darme cuenta que si estaban frenados era simplemente por la vida misma que se da de esa manera. En pocos días comienza el último cuatrimestre de cursada de mi licenciatura en robótica y, francamente, ahora estoy ilusionado por la cantidad de tiempo que voy a tener una vez que esa aventura termine.